Si hablamos de los personajes que han contribuido al crecimiento musical de la banda sin duda Quique Franco, productor del Ahora o Nunca, merece especial atención.
Quique Franco llegó a Puebla para poner una agencia de publicidad multimedia que contenía su división disquera: Nebula Records.
Fue más o menos en 2011 que Marco lo recomendó al mismo tiempo que a Ramón Durañona (más tarde Ramón Gopal). Para esas épocas ya se sentía un poco de tensión en la alineación de la banda con Jesús Quecholac y Víctor Illarramendi, el ver caras nuevas en el ensayo siempre llenaba el ambiente de buena onda.

Quique fue parte de los elementos que definieron el “Ahora o Nunca” lo que sería el sonido de la tercera etapa de Eslabón.
Egresado de Berklee campus Valencia. Quique Franco es un músico español con gran trayectoria en los 90. Trabajo con gente como Presuntos Implicados o la banda de rock valenciano Samsara.
Su estilo estético tiende más a los 80 que a los 60-70. Él mismo decía: “Yo llegué tarde a los Beatles”. De hecho posiblemente no le gustaban. Eso fue un punto a favor para Eslabon que en ese momento buscaba nuevas ideas.
El trabajo con Quique fue complicado, es una bellísima persona, sin embargo a la hora de trabajar exigió esfuerzos por lograr lo mejor posible. Su tolerancia a los errores de ejecución era limitada cuando no hay compromiso. Esa fue una lección dura de aprender pero trajo su lado positivo.
A nivel técnico se notó una mejoría en Eslabon. Es es muy saludable ya que habla de un crecimiento musical, tal como en su momento fue con Javier Montiel.
El tercer álbum de la banda es sin duda el mejor logrado técnicamente hablando ya que Quique además de músico es gran ingeniero de sonido. Por ese lado tuvo mucho que compartir también. Un estilo muy particular en el manejo de los plug ins y en la edición y mezcla.
El sonido del disco tiene un vínculo, quizás indirecto, a ese sonido de lo que llamaron Rock en tu idioma. Fue una meta que se cumplió y cerró la tercera etapa de Eslabon.
A nivel personal creo que tanto Marco como un servidor nos pusimos completamente en manos de Quique Franco haciendo poco cuestionamiento de su estilo y evitando imponer ideas por cuestión de ego. Dicho de otro modo: “le dejamos producir al productor.”