Recuerdo que la semilla de Eslabon tuvo lugar en la Escuela de Música de la BUAP. Allá en el centro de Puebla en la 8 oriente 409.
La idea surgió cuando Marco Quintana escuchó a un servidor machacar un piano con Great Balls of Fire. Platicamos un rato sobre nuestros gustos musicales. Con una sonrisa recuerdo que antes de eso, Marco me confesó que me veía como el niño bien o en sus palabras era: “pinche güerito mamador”.
Ambos éramos súper fans de los cuatro grandes de Liverpool. El más de Lennon y yo de McCartney. Tanto Marco como yo habíamos ya participado en proyectos musicales adolescentes pero nunca especializado en The Beatles.
Se unieron al proyecto Jesús Quecholac en la guitarra principal. Ulises Pérez en la batería y Vladimir Quintana el hermano de Marco al bajo. En ese entonces yo tocaba el teclado. Marco por años se consideró guitarrista rítmico y cantante. Jesús y yo también cantábamos por lo que logramos hacer armonías vocales que siempre fueron interés de los tres.
El repertorio de aquel entonces era de covers, el objetivo de la banda era primordialmente ganar algo de dinero. Finalmente éramos estudiantes y nunca estaba demás algo extra en el bolsillo. Las inquietudes artísticas se limitaban a interpretar los temas lo más parecido a la grabación.
Además de los temas Beatleros tocábamos lo que sonaba en los bares en los últimos años 90 y los primeros del 2000. Había canciones como La Planta, Creep, Come Together que tristemente se siguen oyendo hoy día 20 años después.
Tocábamos en bares del callejón de Los Sapos en el centro de Puebla. En algunos eventos de la BUAP, en Huauchinango, Puebla que por años fue hogar de Marco y en un bar que estuvo de moda en Puebla llamado Get Back. La foto capturó ese momento donde mi primo Pepe Galván estuvo en la batería y yo empecé en el bajo. Vladimir dejó la banda en esa época para buscar suerte en el fútbol.
Por supuesto que la memoria humana es falible. Tendemos a editar los recuerdos a favor de uno mismo así que espero mis compañeros de banda escriban y compartan sus propios recuerdos.
El Eslabon de 1998 al 2002 fue mi primera experiencia en una banda más “profesional”. Aunque fuera poco, buscábamos que hubiera por lo menos para la gasolina. Aparte de eso, en mis anteriores grupos no nos exigíamos un nivel musical alto. Aquí además de la diversión se buscaba superación.
Eslabon 